Los primeros días de no comer, fueron muy feos, muy sufridos, muy dolorosos, tenia todo el tiempo hambre, dolores de cabeza, si estaba sentada y me levantaba me mareaba, tenia mas frió que los demás, tenia ojeras...por mas que esas cosas me hicieran sentir mal, con el pasar de las semanas note los cambios, y cada vez que me iba a dormir y sentía como mi panza hace ruido por el hambre, me sentía orgullosa de mi, estaba feliz por no ser tan débil y caer en la tentación de comer. Fue muy difícil, pero al mismo tiempo fácil, era difícil acostumbrarme y era fácil ya que pasaba mucho tiempo sola en mi casa y nadie me estaba obligando a comer. Hubo un tiempo en el que estaba tan obsesionada que las veces que me obligaban a comer lloraba, recuerdo las peleas con mi mama, ella me gritaba que me iba a enfermar, y yo le decía que no tenia nada, que estaba bien. Y llego el verano y ya era una persona completamente distinta, era mas delgada, mucho mas confiada, me sentía muy bien conmigo mismo, los chicos me miraban y...era genial.
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